Descripción
Te invitamos a cruzar la cordillera, de Argentina a Chile, de la estepa al mar, del Manso a Cochamó. Seguiremos las huellas de los pueblos originarios, que dejaron impreso el eco de su paso en varios conjuntos de pinturas rupestres que iremos descubriendo en nuestro caminar. El sendero retoma una vieja “autopista de alerces”, una obra de ingeniería de principios de siglo que pavimentó el recorrido con troncos de alerces. En algunos tramos pisaremos los mismos troncos de alerces que hace 100 años, en otros nos sumergiremos en un mundo de laberintos, de cárcavas socavadas en el suelo de la selva valdiviana, rodeados de una una vegetación exuberante. Al atardecer siempre nos cobijaremos en las proximidades de la casa de algún poblador, de los muchos que viven aquí, en este rincón de la montaña andina.